La construcción del mayor laboratorio científico de España, el acelerador de partículas del proyecto internacional Ifmif-Dones, en la Citai de Escúzar abre a las pymes granadinas un mundo de oportunidades de negocio que ni se habían planteado y una privilegiada puerta de entrada a la gran industria de la ciencia, que mueve más de 400 millones de euros anuales en el país. En unos terrenos del tamaño de diez campos de fútbol en la Citai de Escúzar, donde ya están en construcción los primeros edificios auxiliares del proyecto, se construirá el macrolaboratorio que estudiará la energía producida por fusión nuclear, unas obras previstas para 2025 que requerirán todo tipo de servicios y componentes de alta tecnología, muchos de ellos inexistentes en el mercado, ya que no se han fabricado nunca.
Precisamente por eso, a principios del año el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDT) dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación convocó una consulta preliminar de mercado para conocer el grado de desarrollo de la tecnología y los materiales en el ámbito de la energía de fusión que se requerirán para este proyecto. Este tipo de consultas son una herramienta que utilizan los gobiernos para tantear a las empresas sobre lo que podrían aportar en campos innovadores como este ya que, como advierte la propia administración en su informe, «solo se tiene una oportunidad de acertar en la construcción de esta gran instalación científica».
Y la respuesta empresarial a esta consulta ha sido muy positiva. Más de sesenta compañías han presentado sus propuestas y han levantado la mano para presentarse como candidatas a fabricar componentes o prestar servicios en la construcción del futuro acelerador. De ellas, una decena son granadinas.
«Hay que salir de la zona de confort porque se abre una autovía a un mercado que moverá 40.000 millones en Europa»
Moisés Weber
Adjunto al director en Ifmif-Dones
El adjunto al director del consorcio Ifmif-Dones, Moisés Weber explica satisfecho que la consulta ha sido un éxito, tanto por la participación mucho más alta de lo habitual en estos proyectos de innovación como por la «calidad y el nivel de las propuestas» de las empresas candidatas, que ofrecen servicios muy transversales. «Lo importante de este proyecto es que se van a desarrollar tecnologías que a día de hoy no están disponibles a nivel internacional, pero también se necesitarán todo tipo servicios, desde talleres mecánicos, hasta fabricantes de tarjetas electrónicas, cables eléctricos y tecnologías de la información en función de las distintas fases del proyecto», expone Weber.
Empresas granadinas como las industriales Thielmann Portinox y Talleres Peligros, pero también tecnológicas como Cívica Software, Orolia, TM Digital Granada, Wolwe Energía y pymes con otro tipo de servicios diversos como Grupo Luna, que tiene constructora y división hotelera o o la clínica dental Gómez Pastor han concurrido a esta consulta preliminar de mercado para confirmar oficialmente que pueden aportar talento granadino a la construcción del acelerador. La propia Universidad ha presentado también sus propuestas.
La avanzadilla
Ellas son la avanzadilla, pero Cámara Granada quiere multiplicar el efecto del proyecto a través de la oficina industrial creada específicamente para impulsar el ecosistema empresarial ligado al acelerador de partículas de Ifmif-Dones. En palabras del presidente de Cámara Granada Gerardo Cuerva, la Industry Office de Granada, que comenzó a funcionar el pasado mes de mayo, actuará en dos direcciones: «Por un lado ayudará a la industria local de Granada, alguna de cuyas empresas no estará adaptada, a que lo haga y pueda trabajar en el proyecto, y por otro, como no, atrayendo empresas de fuera de Granada».
«La Industry Office va a ayudar a la industria local a adaptarse y a capacitarse para este reto, además de atraer empresas de fuera»
Gerardo Cuerva
Presidente Cámara Granada
El adjunto al director del consorcio Ifmif-Dones, Moisés Weber pone el foco en que el Ifmif-Dones será una instalación de primer nivel, «única en su clase y comparable a las mayores internacionales» por lo que entrar a prestar cualquier servicio en este proyecto es una oportunidad de oro para adquirir currículum en un sector en crecimiento. «Esta industria obliga a las empresas a salir de su zona de confort pero las pymes españolas que han logrado entrar están resultado muy competitivas… Hay grandes casos de éxito», subraya Weber, que anima a las granadinas a aprovechar la oportunidad. «Una vez que entran es una autopista para participar en grandes proyectos internacionales dentro de consorcios que cubren un rango muy amplio de tecnología», advierte.
Además, recuerda que este es un proyecto que se ejecutará por fases, por lo que las necesidades de servicios serán distintas. «Algunas de las propuestas cubren necesidades de este momento y otras serán aplicables en el futuro, nada de lo presentado se ha descartado como inútil», apunta.
La hoja de ruta del proyecto pasa por comenzar las obras del edificio principal, el gran receptor de tecnología, en 2025 y a partir de ese momento irán llegando equipos científicos para montar la instalación, que podría entrar en funcionamiento en torno a 2030. Pero a corto plazo ya se irán viendo grandes inversiones y avances. Weber anuncia así que, en torno al mes de septiembre se comenzarán a lanzar las licitaciones de los primeros contratos por valor de entre 30 y 50 millones de euros de los servicios, fabricación y componentes del proyecto, que se ejecutarán en los dos próximos años.