El consorcio Ifmif-Dones prepara para este 2024 las primeras grandes licitaciones para la construcción del acelerador de partículas. Son papeles. No resistirán cientos de toneladas ni serán capaces de aguantar las corrientes de partículas que cruzarán el interior del túnel. No son tan sólidos como las columnas de cemento, pero resultan tan indispensables como estas para sostener la que será la mayor infraestructura científica de España. Los pilares administrativos del gran laboratorio de Escúzar serán, entre otros, los concursos públicos para levantar el edificio principal, diseñar y construir los primeros componentes tecnológicos y remodelar la oficina institucional de Puerta Real.
Los proyectos beberán de dos fuentes de financiación. En primer lugar, en diciembre quedó sellada la segunda adenda entre el Gobierno y la Junta para sostener con fondos propios, a partes iguales, el funcionamiento del consorcio Ifmif-Dones hasta 2027. Cada administración pondrá 22 millones de euros sobre la mesa.
La segunda son los fondos europeos. El consorcio tendrá que poner en marcha este año los convenios Feder con el Gobierno y la Junta de Andalucía, según explica José Aguilar, coordinador de la oficina técnica de Ifmif-Dones. Cada administración canalizará 85 millones de estos fondos. Sumando todas estas cantidades, el acelerador tiene garantizada una inversión mínima de 214 millones hasta 2027.
El montante es suficiente para sostener los cimientos –administrativos y físicos– del acelerador de partículas. El punto de partida son dos inmuebles que ya están en construcción de la Citai de Escúzar. El primero es el centro de investigación UGR-Dones. Estará terminado en un mes, aproximadamente, y la idea es que todos los trabajadores –unos 35– que ahora ocupan despachos de la UGR y parte del Vicerrectorado de Investigación en Gran Vía se trasladen allí en verano. No será su ubicación definitiva. Más adelante tendrán que cruzar la acera para establecerse en el primero de los inmuebles del complejo Ifmif-Dones, el edificio de administración y servicios que financia el Ciemat, que ya está en construcción y estará listo a final de año.
La idea es que los trabajadores vinculados al acelerador y los investigadores que vayan llegando a Granada tengan su sede física allí, en Escúzar. Pero el consorcio también quiere mantener su presencia en la capital. Será en un espacio cuya remodelación también saldrá a concurso este año, en Puerta Real. Se trata del antiguo local de exposiciones junto a la entrada del teatro Isabel La Católica. Finalmente, quedará dividido entre el acelerador de partículas y el Ayuntamiento.
Tendrán entradas independientes, una en la esquina y otra por Almona del Campillo. Ifmif-Dones lo aprovechará como sede institucional. Tendrá oficina para empleados que puntualmente trabajen en la capital, salas de reuniones para encuentros institucionales y espacio para conferencias y charlas. Ya está finalizado el proyecto básico y a lo largo de febrero estará listo el de ejecución para que las administraciones involucradas aprueben la intervención. Saldrá a concurso a mediados de 2024.
Todos estos son edificios complementarios. El más relevante, el inmueble que albergará el acelerador, el ‘main building’, tiene que estar terminado en el año 2029, cuando debe comenzar la instalación del laboratorio. Esto implica trabajar también durante este 2024 en los contratos públicos para el diseño y la construcción de este espacio, el eje central del proyecto. El objetivo es que la primera piedra quede colocada en 2025.
40 millones para los primeros componentes
Antes de eso también estarán en proceso los sistemas de ensayo del acelerador. Esta será la primera licitación prevista para el año, en el primer trimestre y tendrá un valor de 40 millones de euros para el diseño e instalación de equipos tecnológicos en Escúzar. Algunos de esos componentes estarán presentes en el acelerador. Este contrato es fruto del proceso de compra pública innovadora desarrollado de la mano del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) y despertó el interés de un buen número de empresas nacionales y locales. A estos contratos públicos que sientan los cimientos del acelerador hay que sumar la incorporación progresiva de personal. En los próximos años entrarán en el proyecto 200 científicos.