Obras en la parcela del acelerador. PEPE MARÍN

Los expertos del acelerador de partículas explican los riesgos potenciales y las medidas de seguridad de esta instalación radiactiva

El acelerador de partículas que se está construyendo en Escúzar es una instalación radiactiva, ya que contiene una fuente de radiación ionizante. Estas radiaciones se generan cuando se produce un desequilibrio entre las partículas que componen los átomos y existen de forma natural en nuestro planeta –las produce el suelo, la luz del sol y nuestro propio cuerpo–, pero también pueden ser producidas artificialmente, como los rayos X necesarios para hacer radiografías con fines médicos. A partir de cierto grado de exposición, resultan perjudiciales para los seres vivos y el medio ambiente.

 

IDEAL

¿En qué se parecen, en cuanto a riesgos y medidas de seguridad, una central nuclear y un acelerador de partículas?

Todas las instalaciones industriales y especialmente las que producen radiación comparten métodos de análisis de seguridad rigurosos y sistemáticos en su diseño y después en su operación; en eso tienen puntos en común, es decir, en la parte metodológica. Todas aplican principios generales como la prevención de riesgos, diseños suficientemente seguros o la aplicación de altos estándares de calidad en la fabricación de componentes.

Pero lo cierto es que un avión y una aspiradora comparten los mismos fenómenos físicos y se parecen muy poco. Los riesgos de un acelerador de partículas se parecen más a los de una sala de radiología de un hospital que a los de una central nuclear, con mucha diferencia.

Además, un acelerador de partículas solo genera riesgos a tener en cuenta mientras funciona (igual que la máquina de rayos X de un hospital) y solo funciona si no hay fallos. Una central nuclear convencional no se apaga, se controla, y los pocos accidentes que ha habido se han debido a que se ha perdido el control de alguna manera y el reactor se ha desmadrado, porque sus características inherentes son estar activo cuando no hay alguien que le diga lo contrario.

 

«Los riesgos de un acelerador de partículas se parecen más a los de una sala de radiología de un hospital que a los de una central nuclear»

En un acelerador, si se pierde el control se apaga solo. O sea, el fallo es que se apaga, porque las leyes de la física del acelerador hacen que su estado natural sea estar apagado. Las partículas no se aceleran solas, por lo tanto, estando apagado se acaban los riesgos. Un acelerador apagado es más seguro que un lavado de coches, porque es una maquina estática, sin partes móviles. Es como si apagas la tele. De hecho, los tubos de rayos catódicos de las teles antiguas eran aceleradores de electrones. Por eso, a diferencia de las centrales nucleares convencionales, los aceleradores de partículas son máquinas inherentemente seguras.

No habrá planes de emergencia en el exterior de la instalación, solo en el interior, de cara a los trabajadores

 

¿Son distintos los riesgos en los diversos aceleradores de partículas?

Desde un punto de vista cualitativo casi todos los aceleradores de partículas comparten características comunes: cuando están funcionando producen radiación (rayos X, rayos gamma, neutrones, u otro tipo de partículas) y cuando se paran no tienen apenas riesgo. Dentro de la enorme variedad de aceleradores que hay en el mundo, esas dos características que se mencionan son muy diferentes desde un punto de vista cuantitativo y en algunos casos la radiación que se produce puede ser muy intensa y producir, a su vez, algunos efectos secundarios detectables cuando el acelerador está parado.

En nuestro caso, son muchas las partículas que se producen cuando el acelerador está funcionando, pero podemos decir que el acelerador apagado no tiene riesgos relevantes y cuando está en marcha solo produce riesgos para sí mismo (posibles daños a la máquina) y para los que trabajan en él (personal interno a la planta), y como en cualquier sala de Rayos X hay que seguir las normas y tener la protección adecuada.

¿Puede el acelerador tener efectos negativos para la población del entorno los riesgos en los diversos aceleradores de partículas?

Desde un punto de vista cualitativo casi todos los aceleradores de partículas comparten características comunes: cuando están funcionando producen radiación (rayos X, rayos gamma, neutrones, u otro tipo de partículas) y cuando se paran no tienen apenas riesgo. Dentro de la enorme variedad de aceleradores que hay en el mundo, esas dos características que se mencionan son muy diferentes desde un punto de vista cuantitativo y en algunos casos la radiación que se produce puede ser muy intensa y producir, a su vez, algunos efectos secundarios detectables cuando el acelerador está parado.

En nuestro caso, son muchas las partículas que se producen cuando el acelerador está funcionando, pero podemos decir que el acelerador apagado no tiene riesgos relevantes y cuando está en marcha solo produce riesgos para sí mismo (posibles daños a la máquina) y para los que trabajan en él (personal interno a la planta), y como en cualquier sala de Rayos X hay que seguir las normas y tener la protección adecuada.

Hay aceleradores en zonas mucho más sísmicas que Granada, como California, Italia o Japón